De acuerdo con el Informe Epidemiológico N° 32, más de 26 mil niños, niñas y jóvenes entre 0 y 19 años, se han contagiado en Chile con el Coronavirus y, según datos del DEIS, han fallecido 39 menores. A ello se agrega que 90 niños con desarrollaron la enfermedad del COVID-19, posteriormente desarrollaron el llamado Síndrome Inflamatorio.
Frente a estos datos, médicos, docentes, familias y el propio Ministerio de Educación, opinan sobre la eventualidad del regreso a clases presenciales. Para el Ministerio, si bien “las clases son irreemplazables”, solo cuando existan las condiciones sanitarias adecuadas y seguras, se reabrirán las escuelas. Por esta misma razón es que se plantea un retorno flexible y gradual, que ofrezca alternativas para cada comunidad educativa.
Por su parte, médicos pediatras plantean que debe haber un consenso entre los distintos actores y que es el regreso debe ser gradual y de acuerdo a la situación de contagios en cada región y lugar. Esto, especialmente, por el comportamiento del virus es impredecible y el riesgo de una segunda ola de contagios está latente. Tal vez por ello es que una desatacada infectóloga, plantea que quienes puedan mantener tele estudio y tele trabajo de aquí a fin de año, lo hagan.
Para las familias y el profesorado, el retorno a clases no resulta ser muy atractivo, pues no estarían dadas las condiciones para garantizar un regreso seguro. Hay muchos temores e incertidumbre, al punto que hay familias que optarían por no mandar a sus hijos a la escuela, pesa a las medidas que tomen las autoridades. Las y los profesores, por su parte, advierten que el regreso en estos momentos, puede aumentar el estrés y un desgaste emocional de toda la comunidad educativa.